En la década de los cincuenta comenzó
de forma lenta el despegue económico de España y por ende también el de Málaga.
En el itinerario que realizaba la empresa Olmedo se ubicaron instalaciones
sociales y fabriles que afectaron de manera positiva a su rentabilidad:
1. El funcionamiento cotidiano del Sanatorio
Antituberculoso, situado en la carretera Málaga- Campanillas, movió un buen
número de viajeros entre visitantes y trabajadores.
2. La
transformación de la azucarera del Tarajal en fábrica de corcho dio lugar a un
aumento de la población en el Tarajal.
3. La
construcción de las fábricas textil de Intelhorce y del Amoniaco.
Los años sesenta se caracterizaron por el
inicio del fenómeno turístico en Málaga y la empresa se aventuró también en el
transporte discrecional dentro y fuera de la provincia. En 1966, un accidente
de un autobús de la empresa en Montejaque, dejó en suspenso durante unos años
este tipo de servicios, en él murió Diego Olmedo Gaitán, hijo del
fundador de la Empresa.
Autobús de la marca Stewart llevaba trabajadores y visitantes al Sanatorio de Tuberculosos |
La Compañía de Ferrocarriles Urbanos y la Empresa Olmedo
En la década de los años veinte se empezó a construir un ferrocarril
de vía estrecha destinado a cruzar la Provincia en varias direcciones. En 1934
había dos líneas en funcionamiento:
Málaga -Ventas de Zafarraya y Málaga- Coín.
La línea Málaga-Coín
recibió la exclusiva en el transporte de viajeros para todos los pueblos de la
zona oeste: Coín, Monda, Alhaurín el Grande, Tolox, Alhaurín de la Torre,
Churriana, Cártama y Campanillas. Las empresas de transporte de viajeros de
estos pueblos dejaron de prestar sus servicios el 1 de julio de 1935.
Francisco Olmedo consideró
que su actividad empresarial no afectaba al funcionamiento del ferrocarril
y tomó la iniciativa de negociar con
ellos un acuerdo que le permitiera seguir prestando este servicio.
Las negociaciones dieron resultado y la Compañía de Ferrocarriles Suburbanos,
representada por D. Pablo Jonge, elaboró un contrato de arrendamiento de la
línea cuyas cláusulas principales fueron:
1- Los coches de Olmedo tenían que ser transferidos a nombre de la
Compañía. Llevarían rótulos con el nombre de la misma si bien, en documento
aparte, se reconocía la propiedad de los mismos por parte de Francisco Olmedo.
2- La renta anual de este arrendamiento se estableció en un 8% de la
recaudación total, deducidos los impuestos.
3- Francisco Olmedo se responsabilizaba
de todo lo concerniente al transporte, así como del seguro de los vehículos.
Este contrato se firmó por un año prorrogable. El acuerdo también fue suscrito por la empresa de Antonio Díaz concesionario de la línea a
Cártama-Málaga. Por su parte Olmedo
y Díaz
firmaron un acuerdo bilateral para evitar hacerse la competencia. Así la
empresa Olmedo se comprometía a no pasar de los límites de Campanillas los días
laborales, los domingos podía llegar hasta el Arroyo de la Mora. Por su parte, Antonio
Díaz se comprometía a que sus autobuses no tomaran viajeros en ningún sentido
entre Campanillas y Málaga.
Se establecieron los siguientes horarios:
Salidas de Campanillas: 7,00-8,15-9,00-10,00- 14,00- 16,45 y 18,30.
Salidas de Málaga: 7,30-9,15-11,40-13,00-15,30-17,30 y 19,30.
La explotación de las líneas de ferrocarril establecidas por la
Compañía de Suburbanos fue decayendo hasta tal punto que en los años cincuenta,
la empresa desmanteló algunas de sus líneas. En estos años fue adquirida por D.
Ricardo Villar, un empresario murciano.
En
1961, la Compañía de Ferrocarriles estableció una renta mensual a pagar por
parte de la empresa Olmedo de 2.750 Ptas. más impuestos. A finales de los años sesenta la
Compañía casi había desaparecido, la vías férreas habían sido
desmanteladas y el material vendido. En junio de 1972 la empresa Olmedo recibió
una notificación en la que se comunicaba que la concesión que tenía la Compañía
de Ferrocarriles se traspasaba a
Automóviles Portillo y que por lo tanto esta empresa sería la encargada de
realizar el servicio de transporte de viajeros de Málaga a Campanillas a partir
de ese momento. Este hecho dio lugar a una serie de recursos judiciales
interpuestos por la empresa Olmedo con el fin de adquirir la concesión titular de la línea. Este contencioso duró
hasta 1978 en que la Administración accedió a esta petición. En 1988 se firmó un acuerdo con Automóviles
Portillo que delimitaba el área de influencia de cada una y dejaba la situación
de la siguiente manera:
a)
Tramo Campanillas-Málaga:
Exclusivamente servido
por Olmedo.
b)
Tramo Santa Rosalía-Campanillas:
Compartido entre Olmedo y
Portillo.
c)
Tramo Entrada a El Sexmo- Santa Rosalía: Exclusivamente
Portillo.
d)
Tramo Entrada a El Sexmo- Sexmo: Exclusivamente Olmedo.
Con este acuerdo se puso fin al contencioso que mantenían las empresas
Olmedo y Portillo desde 1972, pero que tenía su origen el Decreto Ley de l934
por el que se transferían las concesiones del tipo B a las empresas de
Ferrocarriles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario