martes, 5 de enero de 2016

LA INDUSTRIA DEL TEJAR

      La composición arcillosa del suelo de la vega de Campanillas-Guadalhorce ha hecho que desde la antigüedad se ubicasen en la zona hornos de alfarería e industria del tejar. 
En Campanillas, el primer tejar del que se tienen noticias data de 1890 y perteneció a José López Rodríguez. Estaba ubicado en terrenos al pie de cerro Vallejo. En él el ladrillo se fabricaba amasando la arcilla con los pies, se ponía en moldes y se secaban al sol. Pero el apogeo de esta industria se produjo en la década de los sesenta del siglo XX a rebufo del auge de la construcción en la Costa del Sol.
     Los nuevos tejares tenían hornos  que funcionaron en un principio con orujo y más tarde se utilizó el fuel y el carbón. Los primeros fueron empresas particulares, pero más tarde se convirtieron en cooperativas de trabajadores.
         Antes de la crisis sufrida en la década de los ochenta del siglo XX, había doce tejares. En una primera reconversión se cerraron cinco de ellos y los restantes se mantuvieron en pie y vivieron otra época de esplendor a comienzos del siglo XXI. La crisis del ladrillo provocada por el estallido de la burbuja inmobiliaria terminó con esta industria en Campanillas.

     A nivel socio-económico la industria del tejar ha sido muy importante; se produjo un notable aumento de la población pues su auge atrajo a gente de distintos lugares de Andalucía con tradición alfarera como Linares, Zocueca o Las Gabias y además sirvió para que numerosos jornaleros de los cortijos de la Vega de Campanillas encontraran un puesto de trabajo cuando se produjo la mecanización del campo.
      También a nivel medioambiental, los tejares han dejado una huella bastante visible en el paisaje de Campanillas  al estar las canteras de arcilla al lado de las mismas fábricas.




Fotos: Archivo Fotográfico y Documental de Campanillas. 
AS.Cultural Torre del Prado

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