El
Sindicato Católico Agrícola de Campanillas
En 1917 se creó la
Confederación Nacional Católico-Agraria
que llevó una intensa campaña de constitución de sindicatos católicos en
toda España. Málaga, entre 1919 y 1920,
se convirtió en la provincia de Andalucía con más afiliados a estos
sindicatos. Félix Corrales y José Gálvez Ginachero fueron los artífices de la
expansión del catolicismo obrero en los pueblos del valle del Guadalhorce y de
la Costa del Sol Occidental donde predominaba la pequeña y mediana propiedad.
Estas asociaciones
obreras agrarias de carácter católico estaban tuteladas por la jerarquía
eclesiástica. Realizaron una labor social y educativa, pusieron en marcha
escuelas nocturnas para los trabajadores y crearon cajas de ahorro para
fomentar el crédito agrícola. En la provincia de Málaga entraron en competencia
con las sociedades agrarias afines a la UGT.
En 1919 se creó en
Campanillas el Sindicato Agrícola Católico, fue uno de los primeros en la
provincia de Málaga. Estaba presidido por Félix Corrales, administrador del
cortijo Quintana, propiedad de José Gálvez Ginachero. Se fijó la sede en la iglesia parroquial y
sus estatutos se regían por la devoción al catolicismo y por sus leyes,
sometidos a la obediencia del Papa. En sus cuotas diferenciaban entre
propietarios que pagaban 6 pesetas, los colonos 3 y los jornaleros 1 peseta.
Este sindicato fue
visto con buenos ojos por la mayoría de los propietarios de la zona aunque tuvo
una breve existencia, pues el excesivo intervencionismo de éstos hizo recelar a
los trabajadores, que optaron por pertenecer casi mayoritariamente al sindicato
socialista “La Nueva Flor”.
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