miércoles, 3 de diciembre de 2014

EL TEATRO REGIONAL DEL VALLE

            En los años cuarenta y cincuenta del siglo XIX grupos de comediantes y tirititeros recorrían los pueblos de España dando una nota de color y alegría a la vida de sus habitantes. Estos comediantes eran tan humildes que aceptaban como pago a su trabajo cualquier donativo material o pecuniario. Campanillas no fue una excepción, estos grupos de comediantes acampaban en las afueras de la población y hacían su representación en el llamado patio de “El Falange”. Lo mismo nos contaban un chiste que representaban una comedia o nos maravillaban con sus juegos malabares.
Carpa del Teatro Regional 
            A finales de la década de los cincuenta se estableció en Campanillas el Teatro Regional del Valle, integrado por
una familia de actores compuesta por el matrimonio  José y Matilde y siete hijos/as Dionisio, Angelitas, Matilde, Salud, Arturo, Pepa y Germán, además de sobrinos y otros actores, entre ellos Maruchi Rivas. Todos,  de uno u otro modo, trabajaban en la compañía, y todo el trabajo relacionado con el teatro quedaba en casa: realizaban el diseño y confección del vestuario, decorados y el montaje del escenario. Pepa era una gran actriz cómica, Dionisio era guionista y actor y Germán el galán.
Entre su repertorio se encontraban comedias como: Un Caradura, Yo no quiero líos, Nosotros, ellas y el duende; obras de gran fuerza melodramática como: El soldado de San Marcial, La mujer adúltera, La ciega de Paris entre otras. Durante dos décadas esta compañía recorrió toda Andalucía con su teatro y año tras año volvían a Campanillas donde siempre hacían la última representación de la temporada. Como contaba Angelitas “los hijos eran todos del mismo padre, pero cada uno había nacido en un pueblo diferente y estaba bautizado en otro, a causa del ajetreo de su vida”.



Era tanta la vinculación que tenía la gente de Campanillas con esta Compañía, que algunos no esperaban a que llegara al pueblo para verla actuar y, si podían reunir las 4 pesetas que costaba la entrada en sus inicios, iban andando hasta la estación de Cártama donde también representaban sus obras periódicamente.  En 1979 la compañía se disolvió  y en mayo de ese año representaron su última función en Campanillas en casa de Juan Vera. Sus componentes se dispersaron, Angelitas del Valle se quedó a vivir en La Fresneda y su sobrino Gerardo en los Portales de Emilio. El resto de la familia fijó su residencia en los pueblos cercanos.


Fotos: Archivo Fotográfico y Documental de Campanillas